top of page

En ocasiones, veo marketing.

  • Foto del escritor: Silvia P.
    Silvia P.
  • 11 may 2018
  • 3 Min. de lectura

Cuando todo el mundo va asombrado por las calles de Passeig de Gràcia, mirando los escaparates, creyendo que no hay más comercio que ese, ahí, de repente, aparece una persona, camuflada entre tanta gente que te para para hacerte firmar algo, informarte de algún curso, para pedirte dinero, etc.

Son estrategias de marketing que nos pillan de improvisto.


Y ahí es cuando lo vi, ahí fue cuando me di cuenta de que realmente ¿qué no está relacionado con el marketing?


Hablemos del paseo más famoso de Barcelona, el mejor ejemplo de cómo todo puede girar entorno a ello.

Si eres de Barcelona, habrás visto ya algunas de las muchas tiendas que hay y si no es tu caso, tranquilo, aquí tienes un par de ejemplos:


Como verás, es fácil que algunos de sus escaparates te llame la atención y te pares a mirarlo aunque sea unos segundos. Es obvio que esa es una de sus funciones pero hablemos de otras cosas que vemos a diario y que, sin saberlo, nos lanzan mensajes que hace que nuestro insight se vea cambiado.


El constante bombardeo de información o símbolos hace creernos que realmente no han surgido efecto en nosotros pero lamento comunicarte de que no es como piensas.

Análisis a parte, ¿sabéis que se ve nada más salir del tren o metro?


Spoiler alert:

Se ve una marquesina.

El primer contacto con la publicidad lo tienes nada más salir a la calle. O ni eso, ya que en la estación de Plaça Catalunya dentro cuentan también con varias.




Y, oye, ¿que quieres subir o bajar al metro?

No te preocupes, aquí también tienes tu dosis de mensaje comercial.




Realmente es fascinante lo expuesto que estamos a todo y que nuestra mente nos hace creer que ignoramos a pesar de procesar cada detalle que observamos.


Otro detalle y punto fuerte de Passeig de Gràcia es la arquitectura.

Sus impresionantes edificios no deja descontento a nadie, es arte a gran escala. Aunque recuerdo que esto no es un blog de edificios así que, dentro de tal tema, debo señalar algo.

Lacoste seguramente no lo haya patrocinado pero ¿por qué no aprovechar las miradas de los curiosos para que luego se fijen en que ahí también está mi tienda?

Ejemplos así, hay bastantes.


Al igual que abunda el hecho de aprovechar una obra para promocionar lo que sea necesario en los andamios.

También es normal que mientras vas andando, te encuentres con más ejemplos.

Desde una tienda cerrada ya promocionándose a promociones en vehículos o columnas.


Cierto es que, si has llegado hasta aquí, te suene un poco paranoico el nombrar cosas tan obvias como un tipo de persecución pero, vamos a intentar buscar un par de ocasiones en las que no podamos ver algo relacionado con el marketing en Passeig de Gràcia:


1. Visitar a un amigo

Puede parecer una tontería ya que en el viaje obviamente veremos algo.

Acotemos más el trayecto, ya estás en su portal, no hay más remedio de que no haya nada relacionado.

Pues, error.

2. Sentarse en un banco

Aparentemente no hay nada si el banco es uno normal y corriente, marrón.

¿Cómo podríamos relacionar algo tan básico con el marketing?

Vale, quizás sí que se puede relacionar.

Con la vista forzosamente mirando a las tiendas y a sus escaparates es posible que puedas ver algo que te llame la atención o que otro día te pueda ser útil.


Como podemos ver, el marketing está en todas partes. Sólo debemos abrir los ojos y Passeig de Gràcia es el lugar perfecto para hacerlo, un sitio lleno de señales por captar.

Porque las cosas que pueden parecer coincidencia, ¿realmente lo son?

Cuando hablamos de marketing, todo está pensado.

El siguiente paso de tal localización en el marketing offline es cubrir el cielo o, en su defecto, el suelo.


Y vosotros, ¿habéis visto algún caso curioso que por muy loco que parezca, puede ser marketing?

 
 
 

Comments


bottom of page